11 de marzo de 2013

La amistad verdadera

Todavía conservo algunas amistades de mi infancia. Uno de mis mejores amigos lo conocí cuando los dos teníamos dos años, ha llovido mucho desde entonces... A María la conocí un poco más tarde, hará ya unos 20 años más o menos, no está mal!
Todos llevamos vidas diferentes, incluso vivimos en países diferentes, pero la amistad sigue ahí, donde siempre. A veces, podemos estar semanas o incluso meses sin vernos (procuramos que no), pero siempre estamos en los momentos importantes, compartiendo los buenos y apoyándonos en los malos. Yo cuento con ellos y ellos cuentan conmigo.

Éste ha sido un fin de semana de amistad.

Marc, el hijo de María, tiene dos años y medio y para él, Marçal, es lo más parecido a un ídolo, además de su gran amigo. Para Marçal, el pequeño Marc es su amigo del alma, alguien que sigue sus pasos, alguien con quien jugar y a quien cuidar. Qué alegría cuando se reencontraron el viernes, como si hiciera años...

Los niños viven la amistad de una forma sincera y pura, sin pedir nada a cambio. Son amigos y ya está. Se divierten juntos, comparten, se pelean y lo olvidan a los cinco minutos, sin rencores, sin problemas. Una verdadera amistad. No importa la diferencia de edad, ni el sexo, ni si viven lejos o cerca, ni siquiera lo a menudo que se ven. Uno quiere algo, pues el otro también! pero no por envidia ni por ser más, sino por parecerse a su amigo, por estar más unidos si cabe.

A Marçal le encanta estar con sus amigos. De hecho no puede estar mucho tiempo sin ir a la escuela, necesita verlos! Me encanta ver como se abrazan cada mañana, pero si se vieron ayer!!
Todavía oigo los gritos de alegría de sus amigos de clase, cuando, el lunes pasado lo llevamos a la escuela después de una semana en casa por culpa de la varicela!

El fin de semana nos íbamos a visitar a nuestros amigos y la emoción de Marçal le hizo explicárselo a todos sus compañeros de clase. Uno de ellos estaba preocupado por si no volvía el lunes..., por si prefería quedarse a vivir en otro sitio...

La vida está llena de gente, gente que viene y va, pero las amistades de verdad se quedan para siempre, hay un rincón en nuestro corazón guardado para ellos, su rincón.

Este fin de semana hemos disfrutado de la nieve, el sol, el paisaje, buenas charlas, buena comida..., pero sobretodo, hemos disfrutado de la amistad.

Besitos!!



















1 comentario:

  1. Gracias por la amistad verdadera, os queremos mucho!!
    que bonito!
    besos
    Maria

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