8 de julio de 2013

Un pueblo medieval

Como ya os habréis dado cuenta somos grandes amantes de la Costa Brava, un lugar al que yo voy desde pequeña y al que sigo yendo de mayor con mis hijos. Un lugar que mis padres me enseñaron a amar y seguro mis hijos también lo harán.
En la Costa Brava hay sitios de todo y para todos. Unas playas y calas preciosas con acantilados que llegan hasta el mar. Rincones secretos. Pueblos medievales con mucho encanto. Naturaleza en estado puro para disfrutar uno mismo y con los peques. Sitios para desconectar del día a día.
Un sinfín de sitios para ver y disfrutar.
Y aunque podría hacer una lista, no lo haré, pues hay tantos que podría olvidar alguno sin querer.
Hace ya unas semanas estuvimos pasando la tarde en uno de los pueblos más bonitos que yo he visto, Peratallada, un pueblo medieval lleno de rincones con encanto. 
Y aprovechando nuestra última visita a Peratallada y que se acercan vacaciones y tiempo libre, inauguramos nueva sección en el blog; sitios muy recomendables, donde iremos hablando de lugares a los que vamos que nos gustan y que, por supuesto, recomendamos.

Recuerdo ya de muy pequeña ir a Peratallada, a pasar la tarde con mis padres. Recuerdo el encanto del pueblo al anochecer. Gente paseando hasta altas horas de la noche por el pueblo, sin coches, sin más ruido que el de los niños jugando por ahí.
Recuerdo terminar siempre el día cenando en un restaurante con un patio interior con árboles y un pozo, en el que comíamos muy bien y muy a gusto. 
Dicho restaurante aún existe, unos 30 años después y yo sigo yendo y comiendo igual de a gusto y de bien. Y aunque yo le tengo a este un especial cariño, como éste, hay unos cuantos. Solo hay que darse una vuelta para encontrar el adecuado, para ir con niños, de cena romántica o con amigos. También se puede encontrar algún pequeño hotelito donde aislarse del mundo y algunas tiendas de artesanía y productos de la tierra. En una de ellas compramos, en esta ultima visita, unas lámparas de mimbre ideales para la habitación de los niños.
El pueblo conserva su muralla, su castillo y sus calles estrechas y llenas de piedras.
Pero sobretodo conserva ese encanto que sigue enamorando a niños y mayores, esa luz que se cuela entre las casas e ilumina las calles y lo hace tan especial.
Y como más vale una imagen que mil palabras, os dejo con nuestras fotos del día.
Que pase la semana rápido!

Besitos!!






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