Marçal lo pasó mal, aunque era su bisabuela, ella estaba cargada de energía y ejercía como una abuela más.
A Marçal le encantaba tener tantos abuelos y abuelas, lo iba contando por ahí con orgullo.
Y aunque costó un tiempo, poco a poco lo hemos ido superando y ahora hablamos de ella con cariño y más entereza, aunque de vez en cuando se escapa alguna lágrima.
Hace justo una semana, el yayo, cumplió 90 años, él sigue con nosotros y nosotros felices de celebrarlo. Y tal evento se merecía una fiesta por todo lo alto. La familia entera! incluso una hermana que tiene viviendo lejos vino con su propia familia a celebrarlo con nosotros, menuda sorpresa, se quedó parado...
Fue un día de mucha alegría, comimos, bebimos, brindamos, cantamos, incluso recitamos. Aunque tengo que confesar que también tuve momentos de recuerdo para la yaya, pues era la única que nos faltaba.
Este último mes hemos incorporado a la familia un nuevo miembro, un nuevo primo, Adrià. Así que el yayo ya tiene 4 hijos, 9 nietos y 4 bisnietos! Qué suerte!!
Los niños son nuestra vida, nuestra alegría y nuestra felicidad, pero no podemos olvidar a nuestros mayores, ellos son nuestro pasado, nuestros recuerdos, nuestras raíces.
Así que el post de hoy, como veis, está dedicado a ellos, a nuestros mayores, y en especial a nuestra yaya Lili allí donde esté y a nuestro yayo Juan que ya tiene 90!!
Besitos!!
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